La ciudad invierte 140.000 euros en eliminar pasos elevados para mejorar la movilidad
En un esfuerzo por mejorar la movilidad y facilitar el acceso a diferentes zonas de la ciudad, el Ayuntamiento ha decidido invertir 140.000 euros en la eliminación de pasos elevados. Esta iniciativa busca incrementar la accesibilidad y reducir las barreras arquitectónicas que dificultan la circulación de peatones y vehículos. La medida es parte de un plan más amplio de reordenación del tráfico y mejora de la calidad de vida de los ciudadanos. Con esta inversión, la ciudad espera mejorar la experiencia de los usuarios y contribuir a un entorno más accesible y sostenible.
Toledo elimina pasos elevados para mejorar movilidad y seguridad vial
Inversión de 140.000 euros para garantizar la seguridad de los viandantes
El área de Movilidad del Ayuntamiento de Toledo ha puesto en marcha un proyecto para eliminar los pasos peatonales en altura y reemplazarlos por reductores de velocidad, con el fin de garantizar una mayor seguridad vial para los peatones.
Según el edil de Movilidad, Iñaki Jiménez, esta medida es una de las promesas electorales que se cumplen, y contará con un presupuesto general de 139.995 euros, incluyendo impuestos.
50 reductores de velocidad en 9 vías de la ciudad
El proyecto licitado busca abarcar la mayoría de los barrios de la ciudad, pero los puntos seleccionados dependerán de su estado actual. Se identificaron 9 vías que requieren intervención, y se instalarán un total de 50 reductores de velocidad.
En algunas zonas, como la avenida de La Legua, Ronda de Buenavista y la carretera N-401, será necesario demoler acerado y bordillos debido al mal estado en el que se encuentran las aceras.
En otros puntos, como la avenida de La Legua y el barrio de Santa María de Benquerencia, se considera necesario el fresado de los actuales pasos elevados para ubicarlos a cota de calzada.
Mejora de la accesibilidad peatonal
Además, se identificaron 18 puntos en los que no existen barbacanas, por lo que se realizarán las actuaciones correspondientes para adaptar las aceras, con baldosa podotáctil, a los itinerarios peatonales accesibles.
Las actuaciones a realizar no supondrán cortes del tráfico significativos, ya que se podrán hacer de manera simultánea a la circulación habitual. El plazo de ejecución de todo el proyecto es de alrededor de un mes.
Esta medida forma parte de una política de mejora de la movilidad y seguridad vial en la ciudad de Toledo, que ya ha llevado a la eliminación de pasos elevados en otras ubicaciones, como el entorno de Bisagra y el paseo de Recaredo.
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