Una empresa gallega finaliza la compra del barco de los vascos
En un movimiento que ha generado gran interés en el sector marítimo, Zamora Offshore, una empresa con sede en Vigo, Galicia, ha anunciado la finalización de la compra del buque de carga propiedad de la empresa vasca Naviera Sota. Esta operación, que se ha llevado a cabo después de varios meses de negociaciones, supone un importante paso adelante para la empresa gallega en su estrategia de expansión y consolidación en el mercado marítimo internacional.
Nuevo propietario para el barco de Ciudad de Vascos
El vicepresidente de Asuntos Generales, Joaquín Romera, confirmó ayer la adquisición casi definitiva del barco construido para Ciudad de Vascos. Una empresa gallega ultima los trámites legales para la adquisición del buque por 162.462 euros.
El barco, encargado por la Diputación a unos astilleros por un importe de 344.850 euros, ha permanecido varado en el puerto de Ribadeo (Lugo) desde mediados de 2015. El gobierno de Concepción Cedillo ha hallado una salida para la embarcación, devuelta en un efecto búmeran a un Ejecutivo del PP, puesto que García-Tizón adquirió el buque para el yacimiento de Ciudad de Vascos, localizado en Navalmoralejo.
El socialista Álvaro Gutiérrez se encontró al inicio de su primer mandato con un barco que no tenía viabilidad en Ciudad Vascos porque el PP había diseñado su navegación en una zona prohibida del río Uso. Durante sus ocho años de gobierno, vio como una única salida la subasta de la embarcación, que salió por primera vez a la venta público al precio de 344.850 euros. No hubo ni un postor en esa ocasión ni en las nueve posteriores.
Finalmente, una empresa gallega presentó una oferta firme por el barco a principios de julio y ahora solo falta la confirmación del pago. La cantidad ofertada coincide con el precio de salida en la décima subasta, 182.000 euros menos que el coste del encargo de la institución provincial.
El barco 'Rio Uso' dispone de 60 plazas y está proyectado para navegar solamente en río.
La venta del barco pone fin a una historia que se arrastraba desde 2015, cuando el buque fue construido y posteriormente abandonado en el puerto de Ribadeo. Ahora, gracias a la intervención del gobierno, el barco encontrará un nuevo propietario y una nueva vida.
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