Descubre la fascinante historia de los Tercios españoles en Buenos Aires gracias a la investigación de Rivarola

Descubre la fascinante historia de los Tercios españoles en Buenos Aires gracias a la investigación de Rivarola

La ciudad de Buenos Aires, cuna de la independencia argentina, guarda un secreto histórico que ha sido desvelado gracias a la investigación exhaustiva del destacado historiador Rivarola. Durante siglos, la presencia de los Tercios españoles en la región ha sido un tema poco explorado, pero gracias a este trabajo pionero, podemos descubrir la fascinante historia de estos cuerpos militares españoles que llegaron a las costas del Río de la Plata en el siglo XVI. A través de esta investigación, Rivarola nos transporta a una época de conquista y colonización, de luchas y victorias, y nos muestra la importancia que tuvieron los Tercios españoles en la configuración de la identidad cultural de la región.

Un secreto histórico descubierto: la heroica defensa de Buenos Aires por los Tercios españoles

En el Museo del Ejército se ha llevado a cabo una conferencia a cargo de Horacio Vázquez Rivarola, en la que presentó su libro Los Tercios españoles en la defensa de Buenos Aires. Crónicas de una gesta heroica. Esta obra se enmarca en el próximo ciclo que el centro va a emprender sobre los cinco siglos de presencia de americanos en el Ejército español.

Vázquez Rivarola explicó que su primer conocimiento de estos Tercios de españoles se produjo cuando era cadete de la Escuela Náutica Argentina, y lo describió como un sueño. Destacó la importancia de la presencia española en la región, que sigue representada en la insignia de la institución desde 1799, que incluye el escudo de España.

La defensa de Buenos Aires en 1806

En 1806, se produjo un ataque inglés en Buenos Aires, y el director de la Escuela, junto con voluntarios, oficiales y alumnos, entre los que se encontraba Bernardino Rivadavia, primer presidente de la República, asumieron la defensa contra los ingleses. Posteriormente, Pedro Antonio Cerviño, director de la Escuela Náutica, también se unió a la defensa desde el momento en que el virrey huyó con su familia.

Fue el gobernador de Montevideo y los dirigentes, pero sobre todo el pueblo y los militares, quienes asumieron esa defensa. Tras sus investigaciones, Argentina ha recuperado el Tercio de españoles, del que Vázquez Rivarola ha sido nombrado comandante, con el apoyo de España, por ejemplo, de la Xunta de Galicia.

Descubrimientos importantes

Afirmó que al encontrar documentos firmados por Cerviño, que combatió y derrotó a los ingleses, es como estar con el protagonista, y como si reprochara que han estado olvidados durante 200 años. Entre otros documentos, figura la lista de todos los integrantes, oficiales y soldados, es decir, 600 combatientes.

Una de sus constataciones es que la historia oral que lo movió a realizar esta investigación es rigurosamente cierta, por lo que consideró una obligación darlo a conocer en forma de libro y en otros formatos.

Los regimientos de españoles

Investigando, encontró que no es uno sino cinco regimientos de españoles los que se forman en 1806 y 1807: el regimiento de Gallegos, de Catalanes, de Vizcaínos, de Cántabros y de los cuatro reinos de Andalucía.

Señaló que después de Trafalgar, Inglaterra se animó a atacar uno de los territorios españoles, Buenos Aires, porque España estaba un poco adormecida, y que los ingleses fueron expulsados y derrotados por el pueblo con ayuda de militares sublevados. Vuelven en 1807, es cuando nacen estos regimientos con apoyo de Liniers, un mandatario francés que queda allí y que acude a los voluntarios.

Entre otros, el Regimiento Patricio, el número uno de Argentina, que lleva uniforme español y la bandera blanca con la cruz de San Andrés.

La importancia de la herencia hispana

Opina que todo esto demuestra que el imperio cayó pero nunca murió, y que hoy en día un argentino que viene a España, o un español que va a Argentina, nada más aterrizar se siente como en casa entre otras cosas por un idioma común que les permite moverse sin ningún tipo de problema.