La ciudad de Toledo sorprendida por una nevada inesperada y primaveral el 13 de abril de 1958

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La ciudad de Toledo sorprendida por una nevada inesperada y primaveral el 13 de abril de 1958

El 13 de abril de 1958 será recordado en la historia de Toledo como un día de sorpresa y inconformidad climática. La ciudad imperial, conocida por su clima continental mediterráneo, se despertó aquel día para encontrarse con una nevada inesperada y primaveral, un fenómeno climático que no se había registrado en la región en décadas. La nieve, que cubrió completamente la ciudad, provocó alegría y asombro entre los toledanos, quienes salieron a las calles para disfrutar del paisaje invernal inusual en plena primavera. Esta noticia, que conmocionó a la opinión pública de la época, será recordada como uno de los eventos climáticos más inusuales de la historia de la ciudad.

Toledo sorprendida por una nevada primaveral inesperada en abril de 1958

La ciudad de Toledo se vistió de blanco en pleno mes de abril, una fecha improbable para una nevada en la región. El blog Toledo olvidado, publicado por Eduardo Sánchez Butragueño, dedica su última entrada a este fenómeno atmosférico que dejó una estampa más propia de la Navidad en el tiempo propio de la Pascua.

La nieve sorprendió a vecinos y visitantes, entre ellos el meteorólogo francés Marcel-Henri Gaussen, quien se convirtió en uno de los protagonistas colaterales de este acontecimiento «unánimemente recordado» por los aficionados a la observación del tiempo atmosférico. Gaussen realizó un amplio reportaje fotográfico que documentó aquel evento.

Se desconoce si el científico galo decidió visitar Toledo ante las previsiones que vaticinaban una nevada histórica. «Es complicado saber si la presencia de un experto meteorólogo como Gaussen en Toledo aquel día fue premeditada», explica Sánchez Butragueño, quien desliza la posibilidad de que quizás el francés «vio las predicciones unos días antes y decidió venir a España a vivir en directo el suceso».

Un análisis meteorológico detallado

Un análisis meteorológico detallado

Sánchez Butragueño ha recopilado una treintena de instantáneas que documentan la presencia de la nieve en aquella jornada de primavera. Además, adjunta un análisis meteorológico que explica cómo el viento de levante y el embolsamiento frío sobre el territorio peninsular facilitaron el inesperado suceso.

«Aquel temporal dejó grandes acumulaciones de nieve en todo el sureste español, siendo muy recordado en ciudades como Granada, y sus efectos se extendieron hasta el centro peninsular, incluida la ciudad de Toledo», detallan en Toledo olvidado.

Una rareza en el calendario

La nevada de abril de 1958 supone una rara avis para una época del año en la que las temperaturas tienden a crecer, los días se estiran y las precipitaciones, cuando se producen, suelen ser en forma de lluvia.

El espesor de la nieve alcanzó varios centímetros y se acumuló en mayor cantidad en los espacios vegetales que en las áreas urbanas. Un evento que dejará una huella en la memoria de los toledanos y visitantes que la presenciaron.

Raquel González

Hola, soy Raquel, redactora jefe con una amplia experiencia en el campo periodístico. Actualmente, formo parte del equipo de redacción de Diario de Toledo, un periódico independiente de actualidad en la ciudad. Mi pasión por la escritura y el periodismo me ha llevado a contribuir con artículos de calidad que informan y entretienen a nuestros lectores. Con un enfoque objetivo y riguroso, me esfuerzo por mantener la excelencia en cada noticia que publicamos, brindando siempre una visión imparcial y veraz de los acontecimientos en Toledo. ¡Es un honor para mí ser parte de este proyecto periodístico tan importante para nuestra comunidad!

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