Los Ribereños exigen un minimum de 1.000 HM3 en la cabeza del Tajo
En un llamamiento unánime, los Ribereños se han manifestado en contra de la situación actual del río Tajo, exigiendo un mínimo de 1.000 HM3 en la cabeza del curso fluvial. Esta demanda surge como respuesta a la creciente preocupación por la sequía y la escasez de agua en la región, que está afectando negativamente la economía y el medio ambiente local. Los Ribereños argumentan que este mínimo es fundamental para garantizar el abastecimiento de agua para la población y la actividad agrícola, y para proteger el ecosistema del río Tajo. La comunidad espera que las autoridades competentes tomen medidas urgentes para resolver esta situación y garantizar un futuro sostenible para la región.
Ribereños exigen un mínimo de 1.000 hectómetros cúbicos en el Tajo para frenar la codicia agroindustrial
La Asociación de Municipios Ribereños defiende que la recuperación de los embalses de Entrepeñas y Buendía y sus municipios ribereños no es una quimera, siempre y cuando se establezca un nivel mínimo de 1.000 hectómetros cúbicos en el Tajo.
Según la Asociación, este nivel mínimo es necesario para garantizar el desarrollo sostenible de la comarca y frenar la codicia insaciable de la agroindustria, que ha demostrado ser incapaz de controlarse. No podemos desperdiciar la oportunidad de gestionar los embalses de otra manera y seguir creando riqueza en nuestros municipios, afirma el presidente de la Asociación, Borja Castro.
La Asociación de Municipios Ribereños reclama que se establezca un caudal ecológico en el río Tajo, acorde a las sentencias que lo exigen y respetuoso con la Directiva Marco del Agua europea. El agua es vida y hacemos un uso no consuntivo, que garantiza la salud del río Tajo e incluso el agua de boca tanto en nuestra región como en el Levante, señala Castro.
Además, la Asociación destaca que en la cuenca del Segura no falta agua, sino que sobra superficie de regadío porque es insostenible para el Tajo y para el Mar Menor. Los Ribereños reclaman un cambio urgente de las reglas de explotación del Tajo para proteger el río y el Mar Menor, que se encuentra en crisis perpetua.
La cabecera del Tajo ha terminado el verano con más de 1.000 hectómetros cúbicos, lo que según la Asociación, es una oportunidad para gestionar los embalses de manera sostenible y garantizar el desarrollo de la comarca. La recuperación de los embalses de Entrepeñas y Buendía y sus municipios ribereños no es una quimera, afirma Castro.
En cuanto a la agroindustria, la Asociación advierte que si no se establece un límite, seguirá pidiendo más agua, sin importarle el perjuicio en su propio territorio. La codicia agroindustrial podría recibir el agua de tres ríos como el Tajo y seguiría pidiendo más, señala Castro.
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