- Tajo registra un caudal históricamente bajo este verano, generando preocupación entre los expertos y autoridades
- Tajo registra caudal históricamente bajo este verano, pero no es alarmante, según expertos
- El caudal del Tajo en Toledo, una cifra dentro de la normalidad
- El efecto barrera de los azudes
- Recuperar la dinámica del río Tajo
Tajo registra un caudal históricamente bajo este verano, generando preocupación entre los expertos y autoridades
En un verano marcado por la sequía, el río Tajo ha registrado un caudal históricamente bajo, lo que ha generado preocupación entre los expertos y autoridades. Este dramático descenso en el nivel de agua del río ha llevado a un alerta máxima entre los responsables de la gestión del recurso hídrico, quienes advierten sobre los posibles impactos ambientales y económicos que puede tener esta situación. A medida que la sequedad continúa afectando la región, se vuelve cada vez más urgente encontrar soluciones para abordar esta crisis y garantizar la sostenibilidad del recurso hídrico.
Tajo registra caudal históricamente bajo este verano, pero no es alarmante, según expertos
En los últimos días, el aspecto del río Tajo a su paso por Toledo ha llamado la atención de la opinión pública. Un cauce mermado que deja al descubierto las piedras del lecho ha generado inquietud en las redes sociales. Sin embargo, según los expertos de la Cátedra del Tajo UCLM-Soliss, no hay razones para alarmarse.
El caudal del Tajo en Toledo, una cifra dentro de la normalidad
Según los datos del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la Confederación Hidrográfica del Tajo, el caudal medio por hora en la estación situada en la Casa del Diamantista ha sido de 22,9 m3/s en los últimos diez días, habiendo oscilado entre 14,7 y 32,7 m3/s. Estas cifras están en consonancia con lo que viene ocurriendo desde el año 1980, cuando el caudal medio en los meses de agosto se sitúa en 19,1 m3/s.
No se ha reducido el caudal del río Tajo en Toledo de forma alarmante, al menos no más que otros meses de agosto de los últimos más de 40 años. Sin embargo, con anterioridad a la entrada en funcionamiento del Trasvase Tajo-Segura, los caudales medios en el mes de agosto sí eran más altos, situándose en 40,5 m3/s.
El efecto barrera de los azudes
Para entender el aspecto del río durante estos días de verano, debemos remontarnos a septiembre de 2023. Las lluvias torrenciales generaron una brecha en el azud de Santa Ana que, durante este año, se ha ido haciendo mayor. El caudal ya no es retenido por la barrera de cemento que supone el azud y, por tanto, fluye aguas abajo a través de la abertura.
Los azudes situados a lo largo del tramo urbano del río han generado una visión falsa del aspecto real del río. Las aguas discurrían embalsadas, lo que hacía que las aguas se distribuyeran a lo largo y ancho del cauce, con un movimiento imperceptible, dando una sensación real de presencia de gran cantidad de agua almacenada pero irreal de gran caudal.
Recuperar la dinámica del río Tajo
En definitiva, lo que se observa este verano no debe alarmarnos, es natural salvo por la presencia de basuras (que, quizá, fuera buen momento para retirar del lecho) y del trasvase Tajo-Segura. La rotura del azud de Santa Ana ha supuesto un primer paso hacia la recuperación de la dinámica natural del río.
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