Tentación al Valor
En un mundo donde la ambición y la codicia parecen ser las fuerzas motrices detrás de las decisiones más importantes, una nueva investigación ha revelado un sorprendente patrón de comportamiento entre los líderes empresariales. Según un estudio publicado en la revista Economía y Negocios, muchos empresarios y ejecutivos se ven tentados a sacrificar la ética y la integridad a cambio de una mayor ganancia económica. Esta tendencia, conocida como tentación al valor, pone en peligro la confianza en las instituciones y la estabilidad del sistema económico en su conjunto.
Corridas de valor y desencuentros en la feria de Barcial
La feria de Barcial ha concluido con un balance mixto, donde la valentía y la habilidad de algunos toreros y novillos han sido ensombrecidos por errores y desencuentros.
El primer novillo, que fue lidiado en septiembre, sufrió el mal de las redes sociales. Su presentación en julio generó expectativas que no se cumplieron, y aunque parecía dañado, tuvo una clase extraordinaria que Eduardo Neyra no aprovechó. El trasteo del torero fue de mucha humillación y poca trascendencia, sin acierto con la espada y mucho menos con el descabello. El silencio del público hacia el torero y las palmas hacia el toro fueron un claro reflejo de la situación.
El segundo novillo lució la divisa de El Añadío, pero su presentación fue impropia y su escasa fuerza no le permitió brillar. Fue protestado por el público, y Mario Arruza tuvo que hacer lo que pudo con él, aunque la condición del animal no daba para mucho más.
El tercer novillo, un guapo pablorromero, fue a menos después de un buen comienzo. Tras el paso por el caballo, iba y venía sin terminar de rematar, y Emiliano Osorno mostró calidad y buen concepto. El de Partido de Resina dejó la esperanza de que la ganadería está remontando.
Ignacio Martín, la gran figura de la feria
Ignacio Martín firmó una gran tarde, y su actuación fue una de las destacadas de la feria. - Foto: Dominguin
El cuarto novillo lució el hierro de Saltillo, pero según contaban, pasó factura el encierro y pareció descordado al salir. Duró un tris en el ruedo, y el sobrero de El Añadío tuvo bastante más trapío que su hermano titular. El tercio de varas fue nefasto, pero con la condescendencia del novillero. Tras el paso por banderillas, quedó muy anclado al piso y Neyra tomó precauciones llevándolo y trayéndolo sin ajuste ni gusto; y comenzaron las protestas.
Noche Buena número 3, no era el número 12 que aparecía en el programa de mano. Fue un prenda y se lo puso difícil al picador y a los banderilleros. Ignacio Martín redondeó su alfarero con el que de justicia es el par de la feria por muchos motivos, se desmóntelo, y disipó cualquier justicia de lo que debiera ser destinario de premio.
Arruza brindó al público y se dobló por bajo con un animal con mucho disparo. Fue digno de valorar la disposición y la voluntad, aunque el acero viajó mal.
El cierre del festejo, lo mejor de la feria
El que cerró el festejo a la poste fue lo mejor. El de Concha y Sierra se dejó y Emiliano Osornio firmó lo mejor del festejo toreando al natural y en el cierre a pies juntos. Juan Melgar se llevó el trofeo al mejor tercio de varas, y el utrero fue ovacionado.
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