Toledo recupera la espada del Ángel Custodio
En un importante paso para la preservación del patrimonio cultural de la ciudad, Toledo ha recuperado la espada del Ángel Custodio, un valioso elemento que forma parte de la rica historia de esta ciudad castellano-manchega. Esta pieza, de gran valor histórico y simbólico, había sido extraviada durante años, lo que había generado gran preocupación entre los habitantes de la ciudad y los amantes del arte y la historia. Ahora, gracias a un intenso trabajo de investigación y una estrecha colaboración entre las autoridades locales y los expertos en el campo, esta valiosa reliquia vuelve a estar en su lugar de origen, donde será exhibida y protegida para el disfrute de las generaciones futuras.
Toledo recupera su espada sagrada: Ángel Custodio vuelve a lucir con orgullo
La historia restaurada de la espada del Ángel Custodio de Toledo vuelve a brillar con nuevo brillo. Según la leyenda, el Ángel Custodio dejó entrar la peste a Toledo con la condición de que solo se llevara a siete vecinos. Sin embargo, al final se llevó a siete mil. Cuando él la recriminó, ella contestó que había cumplido con su parte, ya que el resto habían muerto por el miedo y otras cuestiones.
Hablamos del Ángel que existe sobre la puerta de Bisagra, estatua que está de enhorabuena, dado que el Ayuntamiento, a través del Archivo Municipal, acaba de restaurar su histórica espada sagrada.
En realidad, la espada se quitó de la estatua en los años ochenta, y desde entonces permanecía en la Sala de Comisiones del Despacho de Alcaldía. Tenía problemas de oxidación difíciles de recuperar en el hierro, pero gracias a la intervención de María Isabel Martínez Zamora, conservadora-restauradora de Bienes Culturales, especialista en metales que trabaja en normalmente con el Museo del Ejército, el Ayuntamiento ha podido restaurarla, con el control del Archivo.
Características de la espada restaurada
Según el estudio de la restauradora, se trata de una espada de armas o de a caballo, es decir de tipo militar, realizada en metal, probablemente en hierro acerado, a la cual le faltaría parte de la empuñadura, puño, virolas, aro guardamano y pomo. Su cronología data de la primera mitad del siglo XVI, podría encuadrarse entre los años 1530-1545, según la tipología de la hoja y de la empuñadura.
La hoja es larga, recta con recazo y dos filos corridos hasta la punta aguzada. La espiga está sin terminar, sin la preparación para montar el puño y el remate del pomo.
La actuación de restauración
La espada presentaba distintas corrociones del metal del que está hecha, así como la falta de algunos elementos. Los trabajos realizados sobre la pieza comenzaron con un embalaje adecuado para su traslado al Museo del Ejército para su intervención. Continuaron con una limpieza mecánico-química, con todas las garantías, en la que primó estabilizar la corrosión sobre los criterios estéticos.
Hubo una inhibición fisicoquímica (estabilización) para ralentizar la corrosión y la reintegración material y cromática donde fue estructuralmente necesario. Después concluyeron con una consolidación y protección final.
El futuro de la espada restaurada
Ahora queda por determinar dónde estará la espada restaurada. La idea del Archivo es crear alguna pequeña urna especial metálica para su exposición, si quiere el alcalde, en su propio despacho. Tendrá que ser una urna con las condiciones que pidan los restauradores, con la temperatura, humedad e iluminación adecuadas, huyendo de mezclar varios materiales en la misma.
Con la restauración de esta espada, Toledo recupera un valioso patrimonio cultural y histórico, que pronto podrá ser disfrutado por todos.
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