Después de años de dedicación y sacrificio, una madre de 45 años ha decidido tomar un camino inesperado. Luego de criar a sus hijos y verlos convertirse en adultos independientes, esta madre ha llegado a la conclusión de que es hora de buscar su propia felicidad, algo que siempre se le había escapado. Dejando atrás su papel parental, esta mujer ha decidido emprender un nuevo camino en busca de la realización personal. Esta valiente decisión ha generado un gran interés y curiosidad, ya que rompe con el tradicional papel de madre abnegada y se atreve a buscar su propio camino hacia la felicidad.
La búsqueda de felicidad después de criar a sus hijos
La hermana de Teodora Ichaccaya, Eugenia Casimira, declaró en la Audiencia Provincial que su hermana le había confiado su deseo de ser feliz después de criar a sus hijos. Me dijo: 'ya no lo quiero'. Mis hijos están grandes, y lo único que quiero es ser feliz, declaró Eugenia.
Teodora, de 42 años, había mantenido una relación sentimental con un compañero de trabajo y quería dejar a su marido, José del Carmen, con quien llevaba años divorciada pero convivía en una casa adquirida recientemente en Mascaraque.
Años y sin hijos: la nueva etapa de esta madre
Según Eugenia, su hermana quería empezar de nuevo y dejar atrás su relación tóxica con José del Carmen. Quiero que se resuelva y que pague. Es algo muy cruel lo que ha hecho. Ella no se merecía eso, deseaba la hermana sin atisbo de duda sobre la culpabilidad de José del Carmen.
El hijo menor de la pareja, quien declaró en la Audiencia Provincial, confirmó que su madre planeaba marcharse de la casa y empezar una nueva vida con su amante.
Del papel parental al descubrimiento de sí misma
Teodora, quien había conocido a un hombre nuevo, quería dejar atrás su relación con José del Carmen y empezar de nuevo. Quería empezar de nuevo, declaró su hija, quien se convirtió en una confidente de su madre.
La declaración del hijo menor de edad fue breve pero contundente, y dejó a su padre cabizbajo y con los brazos cruzados cuando retiraron el biombo.
La Audiencia Provincial escuchó a 15 testigos, principalmente familiares, y siete guardias civiles, en una maratón de declaraciones que intentan esclarecer el asesinato y violación de Teodora Ichaccaya.
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