En un esfuerzo por reducir la contaminación y proteger el medio ambiente, el Ejecutivo ha aprobado un nuevo decreto que obliga a las empresas a cambiar sus envases y papelón. Esta medida busca minimizar el impacto ambiental de la producción y distribución de productos, y se suma a los esfuerzos del gobierno para mitigar el cambio climático. A partir de ahora, las empresas deberán adaptar sus prácticas y procesos para cumplir con las nuevas regulaciones, lo que se traducirá en una disminución significativa de la cantidad de residuos plásticos y papel que se generan. Este decreto es un paso importante hacia una economía más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
Nuevo decreto obliga a empresas a reciclar envases y papelón para reducir impacto ambiental
La patronal toledana Fedeto organizó una jornada sobre la obligación del reciclaje de envases por parte de las empresas, una realidad establecida por el real decreto 1055/2022 y que entrará en vigor el próximo 1 de enero.
Las diferentes ponencias señalaron la importancia que tendrá el sistema compartido de responsabilidad ampliada del productor (Scrap), un proyecto recién creado y alumbrado desde el mundo empresarial que prevé una respuesta «colectiva» por parte de las diferentes industrias.
Un cambio de paradigma en la responsabilidad
El marco legal fija para las empresas que ponen tales embalajes en el mercado una responsabilidad que hasta la fecha recaía en los consumidores. El decreto reclama a las compañías «atender el final de vida del envase», explica Marcelo Miranda, presidente de Envalora, la entidad que impulsa los Scrap (una solución similar a Ecoembes para el reciclaje).
La legislación, además, exige a las compañías mantener una serie de registros, dotar de garantías financieras al sistema de gestión para garantizar que los envases van a ser tratados, reportar información o elaborar planes de prevención, entre otros requirimientos.
El proyecto Scrap, una apuesta por la eficiencia
El proyecto Scrap apuesta por un tratamiento «más eficiente» de los envases «de distinta naturaleza» al realizarse de manera conjunta. Miranda estima más de 900 las empresas adheridas a esta iniciativa, una treintena de ellas de Castilla-La Mancha.
Compañías del sector químico, de los plásticos o la construcción apoyan la idea y financian los costes de «una apuesta importante de la industria para satisfacer esos requisitos».
La importancia de la divulgación
Iniciativas de divulgación de la nueva realidad, como la jornada celebrada en Fedeto, tratan de conjurar los «riesgos de que algunas empresas lleguen tarde y no sean conscientes de esa necesidad de registrarse, declarar y poner en la factura los datos pertinentes», apunta Miranda.
La directora general de Economía Circular y Agenda 2030, Esther Haro, ratificó el compromiso de la Administración regional en aras de «acompañar, divulgar y escuchar a las empresas y sus necesidades».
El responsable adscrito a la Consejería de Bienestar Social insistió en la importancia de «agilizar los trámites» para permitir, sin dilación, el trabajo de los Scrap en la región.
Capacitación y adaptación
Manuel Madruga, secretario general de Fedeto, refirió la importancia de «capacitar» a las empresas de la provincia en el ejercicio de su actividad, un trabajo que también incluye la adaptación de su operativa al decreto.
La jornada celebrada en Fedeto busca concienciar a las empresas sobre la importancia de adaptarse a la nueva legislación y unirse al proyecto Scrap para reducir el impacto ambiental.
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