Tras varios años de espera y incertidumbre, el proyecto de regeneración urbana del Perim de La Cava, en el corazón de Barcelona, parece haber superado finalmente los obstáculos que lo mantenían en vilo. La Administración autonómica y local han llegado a un acuerdo para desbloquear el proyecto, que busca revitalizar una de las zonas más degradadas de la ciudad. La noticia ha sido recibida con alegría por los vecinos y los comerciantes de la zona, que esperan que el proyecto traiga prosperidad y desarrollo a la zona.
El Concejal de Planeamiento de La Cava se Muestra Cauteloso sobre el Plan de Reforma Interior (Perim)
Las alegaciones del Plan de Reforma Interior (Perim) de La Cava todavía no se han dado a conocer, ya que los técnicos municipales siguen ultimando el informe correspondiente. Sin embargo, el concejal de Planeamiento, Florentino Delgado, sostiene que las alegaciones se encuentran «en su fase última» y pronto se darán a conocer.
Delgado apela a la prudencia y prefiere no pronunciarse sobre este proyecto urbanístico porque lo lógico es dar a conocer el criterio de la Corporación. En noviembre pasado, el concejal de Planeamiento ya comentó que se habían planteado muchas alegaciones y que este proyecto había suscitado muchas voces en contra.
En este caso, siempre que se ha pronunciado sobre el tema, Delgado ha comentado que la decisión «tendrá que ajustarse a derecho» y que le corresponde «al pueblo» hablar y pronunciarse sobre la posibilidad de que se construya un hotel.
Por otra parte, Delgado dejó caer ayer que las administraciones «no han puesto pegas insalvables» al proyecto, según lo que él mismo ha podido observar.
Es importante destacar que la decisión final sobre el Plan de Reforma Interior (Perim) de La Cava dependerá de la evaluación de las alegaciones y de la posición de la Corporación. Por lo tanto, es necesario esperar a que se den a conocer las alegaciones para poder evaluar el proyecto de manera objetiva.
En cuanto a la posición del concejal de Planeamiento, Florentino Delgado, ha demostrado una actitud cautelosa y respetuosa hacia el proceso, lo que es fundamental para garantizar la transparencia y la objetividad en la toma de decisiones.
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