La reciente noticia sobre la política fiscal de Castilla-La Mancha ha generado un impacto significativo al provocar una disminución de 109 millones en la recaudación. Este hecho pone de manifiesto la importancia de analizar detenidamente las decisiones tributarias y su incidencia en la economía regional. La gestión de los recursos públicos se convierte en un tema central en este contexto, ya que las políticas fiscales tienen un efecto directo en la capacidad del gobierno para financiar sus programas y servicios. Es fundamental evaluar el balance entre la recaudación y el gasto público para garantizar la sostenibilidad financiera y el bienestar de la comunidad.
Castilla-La Mancha reduce recaudación en 109 millones por cambios fiscales, AIReF advierte sobre impacto de su política fiscal
Los gastos y los ingresos tienen que estar en consonancia para lograr el equilibrio presupuestario y reducir la deuda. En el ámbito de los ingresos, los impuestos son quizá la fuente más importante. Al respecto, el último estudio de la AIReF apunta que las medidas tributarias adoptadas por Castilla-La Mancha para este 2024 supondrán una reducción de la recaudación de unos 109 millones. Son rebajas fiscales que fundamentalmente afectan al IRPF, con deducciones fiscales, y el de Actos Jurídicos Documentados.
De todas formas, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal cuenta con una recuperación de esa recaudación 'perdida' para el año que viene. Aduce que gran parte de las medidas de IRPF tienen carácter temporal, por lo que estima que se pueda recuperar 75 millones de ingresos en 2025. También espera un aumento de recaudación el año próximo con el canon del agua.
Antes de Semana Santa se aprobó en las Cortes la recuperación del canon al consumo de agua, una medida que se quiso poner en marcha hace dos años, pero que se dejó en suspenso por la guerra de Ucrania. El Gobierno regional aclara que no empezará a cobrarlo hasta 2025 y la AIReF ya ha hecho sus estimaciones y prevé para el año que viene una recaudación adicional de 49 millones de euros.
En el otro lado de la balanza, el de los gastos, la AIReF estima que en el caso de Castilla-La Mancha subirán un 4 por ciento este año en comparación con los de 2023. Son datos en los que no tienen en cuenta los gastos afectados por los fondos europeos. Hay una revisión a la baja de los gastos de capital y un incremento de los gastos de personal y en bienes corrientes.
El informe concluye con una recomendación en la que la AIReF avisa a Castilla-La Mancha de que «un elevado crecimiento del gasto computable en 2024 implica un deterioro de las finanzas públicas a medio plazo». Por eso aconseja al Gobierno regional que adopte las «medidas que estime pertinentes» para corregir el crecimiento del gasto computable a efectos de la regla de gasto y evitar así el «deterioro» de sus cuentas.
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