En el marco de una creciente conciencia sobre la importancia de la protección del medio ambiente, la sociedad civil de Tucumán se ha unido para exigir a la Corporación Hidrográfica de Tucumán que tome medidas urgentes para la limpieza de los arroyos de la región. Esta iniciativa surge en respuesta a la grave situación de contaminación que afecta a estos cursos de agua, lo que ha generado una serie de problemas para la salud pública y el equilibrio ecológico. El llamado a la acción también incluye un pedido a la ciudadanía para que asuma un mayor compromiso con la protección del medio ambiente, reconociendo que la responsabilidad no solo recae en las instituciones, sino también en la acción individual.
La sociedad civil demanda a la CHT la limpieza de los arroyos y pide más civismo en la protección del medio ambiente
Vecinos del entorno del Camino del Bárrago y Ontalba denuncian el lamentable estado del arroyo Bárrago, la suciedad que no gestiona la Confederación Hidrográfica del Tajo, y la falta de civismo de parte de la ciudadanía, que lo tiene como un vertedero.
Según han comentado los residentes de esta zona, en uno de los caminos que sale de la carretera N-502 poco antes del Instituto San Isidro, el estado del arroyo Bárrago es insostenible, con el cauce anegado cuando hay intensas lluvias, lo que se acrecienta por la falta de limpieza de la CHT, «que lleva 60 años sin proceder a limpiarlos».
Esto ocasiona los habituales inconvenientes que se han hecho más evidentes con las fuertes tormentas producidas en los últimos meses, ya que los arroyos son incapaces de gestionar fuertes avalanchas de agua en poco tiempo. Con ello, llegan los desbordamientos y las posteriores inundaciones de los terrenos aledaños, las pérdidas de cosechas e incluso la entrada de agua en viviendas cercanas.
Muchos de estos pequeños cauces se encuentran invadidos por vegetación que dificulta el curso del agua, más aún cuando viene en tromba o llueve durante mucho tiempo. Con ello, se ha producido además inundaciones en zonas de estancia de animales, que han tenido que ser rescatados y trasladados a otras zonas antes de sufrir daños mayores.
«La CHT es la principal responsable», asegura una de las vecinas a La Tribuna, después de solicitar esta limpieza en numerosas ocasiones y desde hace años y obtener una negativa por respuesta. Así, aseguran no entender cómo un organismo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y que tiene esta labor como una de sus tareas principales, puede llevar tantos años sin realizar sus funciones.
«No atienden, hacen oídos sordos», insisten. Han sido varios los escritos remitidos a la CHT y al mismo Ministerio del que depende, «no responsabilizándose» de la limpieza de los cauces y justificando estos desbordamientos por el estado y la falta de mantenimiento de los puentes, cuyas competencias aseguran recaen en los ayuntamientos.
Asimismo, aseguran que la Policía Local remite informes al organismo de cuenca cada vez que existen este tipo de desbordamientos, conociendo perfectamente la situación, «pero siguen sin hacer nada».
Falta de civismo
La falta de limpieza y mantenimiento no es el único inconveniente al que se enfrentan los arroyos, el Bárrago en este caso concreto, pero también el Baladiez, que sufre el mismo problema. El incivismo de la gente es manifiesto y «muchas personas utilizan los arroyos como un gran basurero».
Los habitantes de esta zona o los propietarios de naves y parcelas aseguran que no solo hay ruedas o vertidos; también botes, hierros o bolsas de basura, ante la falta de sentido común. Así, piden más civismo para determinadas personas y concienciación para evitar este tipo de conductas.
«Es un problema serio, no es un capricho, el agua que corre es necesaria para los campos y va luego a los alimentos que comemos».
Todo, en conjunto, deja la imagen de unos canales y arroyos completamente desnaturalizados, lejos de las funciones habituales que deberían tener y perjudicados por la desaparición de la flora y la fauna habitual de este tipo de paisajes.
Asimismo, aseguran que una residencia de mayores cercana vierte sus aguas sucias al canal, por lo que piden «reconducir sus tuberías» evitando así esta situación de total insalubridad.
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