El Pleno del Ayuntamiento de Toledo rechaza moción por el orgullo LGTBI
El Pleno del Ayuntamiento de Toledo ha vivido un momento tenso al inicio de la sesión, cuando el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) colocó una bandera arcoíris en su bancada. El alcalde, Carlos Velázquez, pidió que la retirasen para no sentar precedentes, acusando a los concejales de impedir el debate sobre todas las cuestiones del orden del día y buscar solo generar odio, lío y enfrentamiento.
La bandera arcoíris, símbolo de la diversidad, se convirtió en el centro de la polémica. El alcalde amenazó con no comenzar el Pleno hasta que se quitase, pero los concejales no lo hicieron. Finalmente, ordenó a los servicios municipales que lo hicieran, estableciendo un receso durante el cual se apagó la retransmisión.
Rechazo a la moción conjunta de PSOE, IU-Podemos
El Pleno del Ayuntamiento de Toledo ha rechazado la moción conjunta presentada por el PSOE, IU-Podemos con motivo del 28 de junio, día internacional del orgullo LGTBI. La moción pretendía visibilizar y condenar la discriminación hacia la comunidad LGTBI.
Pedro López, del PSOE, lamentó la actuación del alcalde, afirmando que el Partido Popular (PP) dice una cosa y hace otra, y que han dado la imagen de Toledo como ciudad retrograda. Destacó que se trabaja todo el año para eliminar discriminaciones desde las instituciones, en el mercado laboral, en centros educativos, llegando incluso al suicidio.
Marisol Illescas, del PP, defendió la postura del partido, afirmando que la moción es para el enfrentamiento y apostando por sacar el debate de la ideología. Afirmó que están trabajando por la igualdad y pidió respeto a la oposición, a la que acusó de deslealtad.
Juan Marín, de Vox, negó la discriminación, afirmando que en España todos los ciudadanos son iguales y que a nadie se le discrimina por su orientación sexual. Indicó que el Gobierno municipal autoriza actividades a todo el que lo pide, y que la bandera arcoíris no representa a todos.
José María Fernández, de Izquierda Unida, denunció la discriminación, afirmando que hay seis millones y medio de personas en el colectivo LGTBI, pero no todas lo declaran por discriminación. Denunció que se ataca a los jóvenes, en centros educativos y lugares de trabajo, y se les dificulta encontrar pisos.
El debate ha sido intenso y emocional, con acusaciones y contraacusaciones entre los diferentes partidos políticos. La moción ha sido rechazada, lo que ha generado una gran polémica en la ciudad de Toledo.
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