Forenses cuestionan la petición de prisión permanente para el imputado

Forenses cuestionan la petición de prisión permanente para el imputado

En un giro inesperado en el caso, forenses especializados han cuestionado la solicitud de prisión permanente presentada por la fiscalía contra el imputado. Según expertos en peritaje, la evidencia presentada no es suficiente para justificar una pena tan severa. Los forenses argumentan que faltan pruebas concluyentes que vinculen al acusado con el delito y que, por lo tanto, no se cumplen los requisitos para una condena de prisión permanente. Esta nueva información ha generado un gran revuelo en el caso y ha llevado a la reapertura del debate sobre la solicitud de pena. ¿Qué implicaciones tendrá esta nueva información en el caso?

Forenses cuestionan la petición de prisión permanente para José del Carmen

La participación de los forenses Valeriano Muñoz, Vicente Torrejón y Mariano Muñoz fue decisiva en el juicio de José del Carmen Reyna, acusado de asesinato y violación. Los expertos despejaron ayer las dudas sobre la causa de la muerte de Teodora Ichaccaya, pero fueron flexibles sobre la posibilidad de una violación.

No hay lesión vaginal ni anal, concluyeron los forenses tras el examen del cadáver. Las muestras evidenciaron la existencia de semen de José del Carmen en la vagina de Teodora, lo que él justificó debido a las relaciones sexuales frecuentes que mantenía con la víctima.

Una relación sentimental conflictiva, según su hijo, quien describió la relación como tóxica. La Fiscalía sostiene que los celos por un idilio de la mujer con un compañero de trabajo concurrieron como combustible del ataque.

Expertos analizan los hechos en juicio: ¿muerte accidental o asesinato?

Los expertos confirmaron que las agresiones sexuales pueden ser cometidas sin rastro de violencia genital. No se apreciaron restos de semen en las bragas de Teodora, que estaban puestas del revés, con la etiqueta hacia fuera. Ni tampoco en el interior del vehículo, como detalló el equipo de Criminalística de la Guardia Civil.

La Fiscalía sostiene que la agresión sexual ocurrió durante el estrangulamiento de la víctima en el coche. La asfixia es uno de los mecanismos de las agresiones sexuales con fallecimiento, indicaron los forenses.

Forenses descubren detalles clave en el caso de Teodora Ichaccaya

Los expertos del Instituto de Medicina Legal de Toledo confirmaron que Teodora murió asfixiada. La causa de la muerte no es el atropello sino la estrangulación, aseveraron. La víctima estaba ya muerta cuando sufrió el arrollamiento del coche.

Los forenses explicaron que un atropello imprime en el cuerpo de la víctima heridas divididas en cuatro fases: choque, caída, atrapamiento y arrastre. Sin embargo, el cuerpo de Teodora presentaba únicamente lesiones compatibles con el aplastamiento y el arrastre.

La ausencia de abundante sangre por el estallido y el desgarro del bazo durante el arrollamiento del coche es una de las evidencias que permiten asegurar que Teodora estaba muerta durante el arrollamiento.

Las fotografías expuestas en el informe de la Guardia Civil revelaron al jurado la posición del cadáver, con la mitad del cuerpo, del abdomen hacia abajo, atrapado bajo el coche. Teodora estaba boca arriba y con los brazos semiflexionados.

Los forenses levantaron el cadáver sin una conclusión, pero los análisis lograron identificar una compresión interna y profunda. El cuello no presentaba marcas, pero el examen descubrió una infiltración causada con una mano. La asfixia comprimió los vasos sanguíneos e interrumpió el flujo al cerebro. Así murió Teodora Ichaccaya.

Fue una presión mantenida y fuerte, metiendo bien la mano, apuntaron los forenses para responder a las preguntas del abogado de la defensa, Carlos Alcázar.

Los expertos creen más factible que José del Carmen estrangulara a Teodora durante al menos un minuto y contra algo que ejerciera de contra resistencia, una opinión fortalecida por los hematomas en la cabeza.

La Fiscalía sostiene que José del Carmen atacó sorpresivamente a la víctima dentro del coche en un camino apartado, pero el acusado aseguró en la primera sesión que ambos salieron del vehículo durante una discusión y la agarró del cuello para repeler la actitud amenazante de la mujer.

Lo más lógico es que estuvieran uno enfrente del otro dentro o fuera del coche, apuntaron los forenses. La víctima tenía en las uñas restos con ADN de José del Carmen, lo que puede interpretarse como muestras de defensa.