El reportaje titulado Guardianes sin nombre de las Lomas de San Juan revela la labor fundamental de un grupo de individuos comprometidos con la preservación del entorno natural en esa región. Estos guardianes anónimos dedican su tiempo y esfuerzo a proteger la riqueza ambiental de las Lomas de San Juan, sin recibir reconocimiento público por su valiosa labor. A través de sus acciones desinteresadas, estos protagonistas invisibles demuestran un profundo amor por la naturaleza y una responsabilidad ejemplar hacia la conservación del ecosistema local. La historia nos invita a reflexionar sobre la importancia de la preservación ambiental y a valorar el trabajo silencioso pero trascendental de aquellos que, sin buscar fama ni recompensa, velan por la protección de nuestro entorno.
Monumento nacional en Cuba honra a los Guardianes sin nombre de las Lomas de San Juan
En las Lomas de San Juan, ubicadas cerca de Santiago de Cuba, se desarrolló uno de los enfrentamientos terrestres más significativos durante la guerra hispano-cubano-norteamericana de 1898. En la actualidad, en este lugar se ha erigido un parque histórico con el objetivo de rendir homenaje a todos aquellos que lucharon hasta dar su vida en defensa de sus respectivas banderas. Dicho parque ha sido declarado monumento nacional en Cuba.
Exposición en Santiago de Cuba revela la historia de los Defensores anónimos
En la exposición temporal del Museo del Ejército, titulada '1898 El final de cuatro siglos de Cuba y Filipinas españolas', se presentan dos fotografías relacionadas con las Lomas de San Juan, a pesar de que cronológicamente no coinciden, ya que datan de 1927. La primera imagen muestra a un grupo de soldados realizando trabajos en una zanja, posiblemente para enterrar conducciones cercanas. La segunda fotografía retrata un cortejo fúnebre frente a un monolito, con un féretro reposando sobre un carro.
La historia oculta tras las fotografías es la siguiente: tras la derrota española y bajo administración norteamericana, se levantó un monumento en las Lomas de San Juan en memoria de los soldados estadounidenses fallecidos en el ataque a las lomas y el subsiguiente asedio a Santiago de Cuba, siendo este el monolito presente en la imagen del cortejo. Tras la independencia de Cuba en 1902, los cubanos decidieron homenajear a sus caídos, añadiendo construcciones conmemorativas sucesivas. Durante las obras previas a la instalación de una de estas construcciones, se descubrieron los restos de seis soldados españoles enterrados.
El 21 de noviembre de 1927, se llevó a cabo un acto solemne en el que se rindieron honores militares a los caídos y se procedió a su traslado e inhumación en la necrópolis de Santiago. Posteriormente, la colonia española en Santiago respondió a la convocatoria realizada en el periódico local para erigir un monumento en memoria de los compatriotas fallecidos heroicamente. Así, se completó en este emblemático lugar la tarea de perpetuar la memoria de los tres ejércitos contendientes: cubano, español y norteamericano.
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