Juicio por homicidio en bar de Miguel Esteban: fiscal pide 9 años de prisión para Claudiu
La tercera sesión del juicio con jurado ha concluido con las conclusiones de la Fiscalía, la acusación particular que representa a la familia de la víctima mortal de la pelea en el bar de Miguel Esteban y la defensa de los dos acusados.
La fiscal mantiene la petición de homicidio consumado contra Claudiu, pero no considera que concurra la alevosía, necesaria para la calificación más grave de asesinato. En su lugar, considera la aplicación de la atenuante de legítima defensa incompleta por «la desproporción» del medio empleado: la katana.
La fiscal pide nueve años y seis meses de prisión para Claudiu por homicidio consumado contra Lucian, allegado de Florin que se desplazó con él y con más amigos a Miguel Esteban esa noche del 30 de octubre de 2020. Además, pide cuatro años y nueve meses de cárcel por homicidio en grado de tentativa contra Florin, quien presentaba cortes en la mano, el hombro y el abdomen.
Acusación particular y defensa de los acusados
Por su parte, la acusación particular considera que la muerte de Lucian es un asesinato con alevosía, justificando la calificación por el arma utilizada. «Está preparada para matar, no para disuadir», indicó. La acusación particular agregó que Lucian estaba desarmado y solo utilizó la banqueta del bar para desarmar a Claudiu durante la pelea.
La defensa de Florin pidió la absolución, argumentando que no amenazó a nadie y que su defendido agredió a Claudiu porque guardaba un objeto (el arma) bajo la chaqueta. La defensa de Claudiu también pidió la absolución, argumentando que su cliente no portaba el arma para causar mal, sino que se defendió legítimamente.
Pericial de los médicos forenses
La katana usada por Claudiu es un arma prohibida que puede decapitar a una víctima. Las expertas forenses detallaron que la herida mortal que presentaba Lucian en el cuello medía 13,5 centímetros con una anchura de cinco centímetros. «Era profunda», aseveraron. Tanto, que seccionó la carótida y la yugular.
Las expertas agregaron que la katana empleada tenía una hoja consistente con capacidad para cortar hueso. Con la fuerza suficiente, este arma podría haber decapitado a un individuo.
Turno de última palabra
Los dos acusados, Claudiu y Florin, dispusieron del pertinente turno de última palabra. Florin negó haber amenazado a la, por entonces, pareja de la madre de sus dos hijas. «No quería matarlo, no hubiera ido con las manos vacías», apuntó.
Claudiu deseó que nadie llegue a estar en su situación. «Es una desgracia», subrayó durante el turno de última palabra. E incidió en que él se encontraba aquella noche en su casa (el bar de su entonces pareja) y recibió las amenazas.
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