Según los últimos informes meteorológicos, las lluvias en el río han alcanzado niveles cuatro veces superiores a los registrados en el caudal del Tajo. A pesar de este incremento notable, las autoridades han confirmado que no se han producido desbordamientos en la zona. Esta noticia ha generado atención y preocupación en la población cercana al río, que se mantiene en estado de alerta ante cualquier eventualidad. Las medidas preventivas han sido implementadas para asegurar la seguridad de los habitantes y evitar posibles daños materiales. La situación sigue siendo monitoreada de cerca por las autoridades competentes para actuar de manera inmediata ante cualquier cambio en las condiciones climáticas.