En una jornada marcada por una densa calima, los servicios de urgencias de la ciudad de Toledo se han visto desbordados. La atmósfera cargada de partículas en suspensión ha provocado una situación de emergencia, obligando a los centros médicos a redoblar esfuerzos para atender a la población afectada. La opacidad en el ambiente, teñido de un inusual color naranja, ha generado preocupación entre los habitantes y autoridades locales. La visibilidad reducida ha complicado el tránsito vehicular y peatonal, aumentando el riesgo de accidentes. Ante este escenario, se han emitido recomendaciones para tomar precauciones y limitar la exposición a este fenómeno meteorológico excepcional que ha alterado la rutina de la ciudad imperial.
La calima tiñe Toledo de naranja y colapsa los servicios de urgencias
La provincia de Toledo se ve envuelta en estos días en una situación meteorológica excepcional, donde la calima del Sahara pinta el cielo con tonalidades arcillosas. Este fenómeno, ocasionado por la presencia en la atmósfera de diminutas partículas de polvo, ceniza, arcilla o arena en suspensión, es resultado de condiciones atmosféricas particulares que favorecen su acumulación y dispersión, siendo en este caso una masa de polvo proveniente del Sahara, en África. Además de una apariencia visual impactante, la calima trae consigo molestias para la población, especialmente en el sistema respiratorio, debido a la alta concentración de partículas en el aire.
Este fenómeno no solo afecta a la provincia de Toledo, sino a toda la península, teniendo un impacto directo en nuestras actividades diarias. Un suceso que será cada vez más frecuente debido al cambio climático. El polvo del desierto no solo impacta en las vías aéreas superiores, sino también en las más finas y periféricas, llegando incluso al alveolo pulmonar. Es crucial el tamaño de estas partículas, que no deben superar las cuatro micras para provocar problemas respiratorios. Desde tos, irritación de las vías superiores, picor de garganta, incluso en personas sanas, hasta un aumento de hospitalizaciones o asistencias en urgencias en ciudadanos con patologías respiratorias crónicas.
La primavera, el aumento de las temperaturas, las alergias y ahora la calima, conforman una combinación peligrosa para aquellos que sufren problemas respiratorios. Frente a la creciente frecuencia de episodios de calima, se aconseja a la población tomar medidas preventivas para evitar la exposición prolongada al polvo en el aire. Se recomienda evitar el ejercicio intenso al aire libre y, en caso de patologías respiratorias crónicas, utilizar una mascarilla del tipo FFP2, la cual ofrece el mayor grado de protección debido al tamaño microscópico de las partículas.
Además del cambio en el color del cielo, uno de los efectos más notables de este fenómeno es la llamada lluvia de sangre. Aunque suene alarmante, es un evento más común de lo que se piensa, ya que las lluvias intermitentes de estos días arrastran consigo partículas de polvo en suspensión que, al caer, cubren todo con una capa de arena, afectando especialmente a vehículos, calles o monumentos de Toledo.
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