La lluvia dio una tregua al Cristo del Mar
En un acto de devoción y esperanza, cientos de fieles se congregaron en la costa para presenciar un acontecimiento insólito. Tras días de lluvias intensas que pusieron en peligro la celebración anual en honor al Cristo del Mar, finalmente el cielo se abrió y permitió que el evento se llevara a cabo sin contratiempos. La imagen del Cristo, venerada por pescadores y marineros, pudo ser llevada en procesión por las calles del pueblo, en medio de un ambiente de alegría y agradecimiento. Los asistentes, visiblemente emocionados, expresaron su gratitud por esta tregua celestial que les permitió rendir homenaje a su patrón sin interferencias climáticas.
Lluvia da tregua al Cristo del Mar durante emotivo Vía Crucis en Semana Santa de Talavera
El Vía Crucis del Cristo del Mar en Semana Santa de Talavera es protagonizado por jóvenes, quienes, desde hace varios años, dan vida a este solemne acto que recorre las estaciones cerámicas del Casco Antiguo.
La lluvia dio una tregua a la procesión del Lunes Santo, permitiendo el normal desarrollo del Vía Crucis, aunque el viento intentó ser partícipe de este emotivo evento.
La Hermandad del Santísimo Cristo del Mar, María Santísima de la Humildad en su Mayor Dolor y San Juan Evangelista, Vulgo Estudiantes, dio inicio al Vía Crucis con la imagen del Cristo del Mar, una joya de la Semana Santa talaverana.
La imagen del Cristo del Mar, sencillo, humilde y cercano, fue acompañada por fieles a lo largo del recorrido, marcado por las estaciones de penitencia cerámicas.
El Vía Crucis estuvo amenizado por el coro Hakuna Talavera de la Reina, que con su música brindó un ambiente solemne y de recogimiento a la procesión.
El Cristo del Mar, restaurado en 2011, es una talla del siglo XV de autor desconocido, siendo la imagen más antigua que procesiona en Talavera.
El recorrido del Cristo del Mar incluyó diversas calles y plazas de la ciudad, finalizando en el templo de La Colegial, donde la imagen fue recibida con devoción y fervor por los ciudadanos.
Los jóvenes demostraron ser el mejor relevo generacional en la Semana Santa de Talavera, garantizando la continuidad de esta tradición tan arraigada en la ciudad.
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