En el artículo titulado Caridad, peso histórico y fidelidad al evangelio, se aborda la importancia y trascendencia de la caridad en la sociedad actual, destacando su peso histórico y su conexión con la fidelidad al evangelio. Este tema, que ha sido objeto de reflexión y debate a lo largo de los siglos, cobra especial relevancia en un contexto marcado por la diversidad de pensamientos y creencias. La caridad, entendida como la capacidad de amar al prójimo desinteresadamente, se erige como un pilar fundamental en la construcción de una sociedad más justa y solidaria. A través de la reflexión sobre su peso histórico y su relación con la fidelidad al evangelio, se invita a una profunda introspección sobre el verdadero significado de la caridad y su impacto en nuestras vidas.
La histórica Cofradía de la Santa Caridad renueva compromiso con el Evangelio en Semana Santa
La cofradía más antigua que se conoce en el mundo, con casi mil años de vigencia, encara la celebración de Semana Santa con la obligada fidelidad a la doctrina. Fernando Redondo, finado mayor, apunta a la responsabilidad de la historia como la vocación de la antiquísima institución. En la Iglesia hay una sucesión, también en la cofradía, pero los que siempre permanecen son Cristo y el Evangelio, explica. Alude Redondo al servicio que para tantos, también los presos de la cárcel de Ocaña I, ofrecen. Es lo esencial, dice.
El obispo auxiliar, César García Magán, acompañará, cetro en mano, el tránsito del Cristo de la Misericordia y Soledad de los Pobres por las calles de Toledo.
La procesión de la Caridad en Toledo se expande en su recorrido espiritual
La procesión de la Antigua, Ilustre y Real Cofradía de la Santa Caridad se estira este año. El cortejo se alargará por la calle Cervantes y la Cornisa, ampliándose en unos 500 metros más. La apuesta de la cofradía es generar un itinerario mucho más espiritual y de oración por lugares por los que nunca ha pasado ninguna cofradía de penitencia. La Caridad es la única hermandad que se asoma al Tajo y discurre entre la muralla y el río para entrar por San Lucas, la parroquia mozárabe, nuestra otra sede. El fluir de la marcha penitencial es muy recogido. Es, en definitiva, una de las procesiones netamente toledanas, un acontecimiento pascual con silencio, un tambor y oración, enumera Redondo.
Con la oración se solicitan las indulgencias porque la Santa Caridad lo que siempre ha pedido es la indulgencia. Cuando se cubría con el paño de la caridad a los presos o a todos los difuntos, lo que se pedía, y lo dicen los historiadores, era lo más preciado que se podía tener en el siglo XI, en aquel 1085: el cielo.
Además, la Santa Caridad recupera la pala como elemento procesional. Se trata de un útil que sí sale en el Corpus, pero que no ha tendido a exhibirse durante el acto penitencial. Redondo llevará tal instrumento durante el recorrido de la imagen por el Casco histórico esta noche de Martes Santo. Es la misma pala con la que se ha enterrado a obispos, reyes, pobres, condenados y gente abandonada y este año se hace presente en nuestra estación de penitencia.
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